sábado, 28 de marzo de 2009

Sopa de Tormenta

Cabellos de ángel, víboras de cascabel, angulas, barbas de nubes o tentáculos de calamar; todos caben en la caja craneal, donde antes había un cerebro que funcionaba razonablemente bien, ahora hay un maremoto, una apetitosa, aunque extraña sopa que hierve en la hoguera de los deseos imposibles. ¿Que mas le quieres poner? ; ¿patas de grillo? ¿cianuro? ¿estricnina?... ¿te atreves a vomitar dentro? o si lo prefieres, mejor lo puedes hacer en la fuente de cristal donde se sirve el postre.
Así que ya sabes, la sopa hierve en la hoguera, pero la magia y el misterio está en que esa misma sopa, al cabo de unos segundos, inesperadamente, puede enfriarse. Lo mismo sucede con el amor. Extraña verdad, extraña coincidencia o quizás demasiadas coincidencias extrañas. La realidad es muy mentirosa, no hay que fiarse de las apariencias, por este motivo, entre otros, el mundo va como va.
- Y a mi que coño me importa-dice la mujer casada con el cromañón-, mientras bucea en un charco de lágrimas de alcohol, lleva puesta una escafandra que es una armazón de titanio y cobre con forma de calabaza, la escafandra tiene un cristal partido que le empaña la visión.
-Cría cuervos y te quitaran los ojos- grita a todo pulmón como una posesa. Yo hace mucho que deje de creer en los sueños y las ideas, -respondo con la sensación de que nadie me escucha-, de hecho, no creo en nada ni nadie, pero a la vez, tampoco dejo de creer en casi todo, menos en la eternidad, en casi todo. El equilibrio es así, la contradicción es la mejor forma de mantener el equilibrio. -Si alucinas es asunto tuyo-dice la mujer, ahora un poco mas calmada-, cuando estás sumergida en el fondo del pantano todo es turbio-continué diciéndole-sientes que tu corazón se inunda bajo las burbujas del barro, y lo que antes era claro ahora es negro. Odio por amor es la consigna, y se respeta al pié de la letra. -Al pié de la letras los huevos-vuelve a gritar la mujer exaltada-, a propósito, cómo los quieres ¿fritos o hervidos?, me da igual-respondo-esto empieza a preocuparme, no tener sentimientos ni dentro ni fuera del cuerpo es alarmante, ya ni los siento, al igual que no siento dolor tampoco siento placer, a estas alturas el corazón debe ser como un témpano de hielo, pero sin embargo todavía late; aunque se, que deje de latir solo es cuestión de tiempo, el reloj hace mucho que empezó la cuenta atrás y no se detendrá hasta llegar al final, y tú ya sabes a que final me refiero, no es un final feliz precisamente.
-¿Que día es hoy?-pregunta la mujer, intentando desviar la conversación, ¿cuántas horas, minutos y segundos tarda un mirada en llegar a destino?. -Calla, calla de una puñetera vez que me estás liando-te estás llendo de tema-aunque reconozco que yo me fui hace rato de tema, pero basta ya. Calla y sígueme reina de los desesperos, tu reino es el miedo. Pero antes no olvides volar tu cabeza llena de pájaros y tampoco ignores ese beso de luz que te regala la luna. En el fondo solo estamos hambrientos, y la sopa se enfría. Aconsejan beberla antes de que amanezca.
Así que venga, separa los sesos del caracú, y si sientes que te quemas recuerda: Después de la tormenta siempre viene la calma, después del primer trago ya no sentirás nada. El relámpago te ciega la mente. Y del rayo y el trueno ya ni te enteras.

1 comentario:

  1. Creo que jamàs voy a beber de la sopa... quizàs sorbos apenas y muy de tanto en tanto porque aùn sabiendo que innegablemente el final està yo elijo seguir en esta contradicciòn...hasta que el final llegue por sì solo.
    Beso, Vero.

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