Titanic Shock

Hoy, miércoles casi primaveral, me propuse tatuar en la pantalla solo palabras, dejarlas salir sin reflexionar, de forma espontánea y en lo posible de manera indiscreta. Partir de cero para llegar a menos cero, atravesar el globo de polo a polo; los satélites lo hacen, las vibraciones también, me estoy refiriendo a los latidos de la tierra, los tic tac de los relojes, y los sismos del mundo moderno; las ideas se resquebrajan como una fina capa de hielo y no hay vuelta atrás, una vez tocan fondo, se quedan allí, encalladas para siempre. Igual que el titanic. ¿ El tetanic ?
¿ las mareas ? ¿ los mareos ?... Frío, calor, calor, frío, descargas eléctricas, electro shock y la nada, ninguna señal de remordimiento, nada de culpa, arrepentimiento, sencillamente nada.
El argumento de una gran obra de arte, creada por el genio de la decepción, que vive en una lampara de queroseno en el fondo del baúl de los recuerdos. ¿ Arte ? ¿ que es arte ?
¿ abstracto ? ¿ obsoleto ? ¿ surrealista ?... Si, surrealista creo que me gusta.
Y que decir de los sentimientos, la pasión y el hambre. Un vuelo relámpago hacia cualquier parte. ¿ Viajar a Italia ? , ¿ viajar a Bombay ? , ¿ viajar a Groenlandia ? , ¿ viajar a Uruguay ?.
Viajar como un cohete al infierno. ¿ Al otro mundo ? , ¿ paraíso ? , ¿ muerte ? , ¿ quién dijo muerte ?. Solo son islas vacías. Salas estrechas en noches frías. Teatro callejero aclamando una obra ausente, de gente sin alma y butacas vacías. Desde hace siglos, el telón ha caído.